Soy un universo escondido tras una sola célula.
Soy el reflejo de todas las luces de fuera.
Soy el contenedor de la vida infinita.
Que se filtra por mis poros,
que me escribe historias que corren por mis huellas.
Cantando las nanas eternas.
Los resquicios de las ondas sonoras
que vagando perdidas en el espacio se encuentran,
y resuenan,
siguen un ritmo,
una métrica.
Componen sin darse cuenta:
la nueva canción.
la melodía que encaja perfectamente en la sinfonía completa.
En la vida,
que dentro de mí:
r e s u e n a.


YUKSEL

Tiemblan: la pared y el suelo,
columpian sus cables inconexos,
corrompen y perturban la agotada calma.
Para descubrir las máscaras, el tablero, los jugadores
y las inmundas reglas del juego.

A Veces hay que llenar l estómago con latidos del corazón.
Para vomitarlos al universo.

Y sumidos en un inmenso eco de conciencia:
ya no tambalean las aceras.
Se están decodificando.

Los cimientos se hurgan, reconocen y fortalecen.
La locura no es la locura.
La locura es la realidad absurda
en la que vivimos consumidos
cuando seguimos confusos:
las mentes de otros,
las realidades de otros,
las mentiras populares,
la vida fuera del contacto con tu esencia.


RELACIONES DE GÉNERO HUMANO.

Somos bichos sordociegos.
No has podido oírme porque mi luz te ciega
y yo no puedo verte de esta intensa sordera.

nos colocamos frente a frente,
nos rozamos a tientas,
entrelazamos los dedos
y dejamos que nazca un cometa.

Olvidamos a veces la realidad que impera.
Que somos bichos sordociegos,
aunque yo no lo quiera.
yo no puedo verte
ni tu oirme.
Y esta visión está incompleta.

Voy a tomarme un momento,
para quitarnos las vendas.