Angel F. Garcia a SastreMadrid, 1961. Desde muy joven se siente fascinado por las palabras y su poder para transmitir la intimidad del alma. Su otra gran pasión, la música coral, transfiere a su escritura una polifonía de emociones.
El todo y la nada, la plenitud y el vacío, quedan expuestos en su voz poética: intensa, profunda y sugerente.