De qué se trataba todo esto

De qué se trataba todo esto, no lo sabía.
Quise tomar
el atajo y beberme la risa y la alegría.
No sabía que la fórmula era cal y arena.
Cal y arena. Cal y arena.
No creerlo quería pero el entendimiento
me tomó por sorpresa, al codo del camino.

De qué se trataba todo esto,
de qué se viste la vida cada día
tal vez lo entienda cuando inesperadamente
me codee con la muerte.

Y tenga miedo a morir. Siempre nos dará miedo.
Seguramente le imploraré a la muerte
un indulto. Seguramente.
Y pediré perdón por esas tantas veces
en que hablé de morir con tanta ligereza.

Mientras tanto todo parece un túnel. Una breve,
titilante luz me toma de la mano.

De qué se trataba todo esto, hasta ayer…
Hasta la madrugada…no lo sabía.


La brevedad

(Esto es la felicidad. La plena felicidad. No sé dónde estoy pero sé que estoy rodeada de seres que he amado profundamente. Hace muchísimo tiempo que no los veía.
Estoy en todas partes. La siluetas de hombres y mujeres que lloraban habrán sido una pesadilla aunque acá ,alguien me ha dicho, nunca se sueña mal o con muertos. Jamás.
Esto es lo verdadero. Alguna vez existió algo diferente. Ahora la memoria es perfecta, apenas me arroja dardos de otra vida. No se si vuelo, pero no rozo el suelo. Tengo el cuerpo bello. Amo este cuerpo y amo esta ingravidez que me permite ser omnipresente.
Un vértigo gris me asalta de vez en cuando pero es porque mi estadía aquí es muy reciente. Esto es incomparable. Es raro, el lenguaje que empleo no se traduce en palabras pero a mí me gustan las palabras. No sé cómo he sabido que hay una brevedad, unos diez, quince , cincuenta años-no sé de qué depende- que la humanidad paga un precio y nos envían a un lugar donde tenemos que arrastrar los pies y comunicarnos con palabras ( esas que a mí me gustan tanto) A veces un estado que se llama “ cansancio” llena el cuerpo de un raro dolor. Quizás sea el castigo por algo que hemos hecho , dicho o creído.
A los que aquí flotamos sin preocupación alguna, se nos concedió conocer la oscuridad nocturna y un sol demoledor, para ser capaces de comparar y disfrutar de este gozo. Es hermoso volver a jugar con mis abuelos pero tengo la velada visión de unas sonrisas que tienen los labios que , sin ser los míos, son míos. Aquí no hay puertas.
Creo adivinar o recordar algo de aquella brevedad donde deambulaban seres con urgencia, un poco grises, un poco rojo, un poco azules, rosas tal vez . O quizás sea solo una impresión.
Pero tanta luminosidad me está cegando. No hay puertas aquí y los lugares sin puerta me hacen mal. Me parecen que me están llamando. Escucho claramente ahora, un grito y un ruego. Y yo necesito una puerta …
Me miró el pecho y ya no es más traslucido. Necesito una puerta para volver. Necesito abrir la puerta para que entren. Creo que alguien debe tomar el café con leche y las tostadas y debo darme prisa, el supermercado cierra temprano ahora que estamos en invierno
Ya no me gusta tanto esta eternidad sin palabras. Mejor dicho ya no me gusta nada. Ya no sé cual es el castigo pero estoy cansada de tanta perfección. Tanta luz me impresiona.
¡Ya nos veremos abuelos! Tengo que abrir la puerta.)
-Es un milagro, comenta una enfermera que ríe y agradece.
-¡Es un milagro!- gritan unos hijos con tal gesto de felicidad que nunca se podrá comparar con ningún otro gesto, jamás.
-Es algo raro-, dice el médico, – pero salió delante de tan difícil operación. Su esposa está a salvo. Y abraza a un hombre que estalla en un llanto de gozo y cae de rodillas.
-Claro, murmura, una enfermera atónita. Si hasta la daban por muerta.


Posesión

Como una boa doméstica
que se extiende a lo largo de su dueño,
y finge una instintiva devoción,
sólo para medir lo largo del cuerpo,
sólo para calcular los frágiles huesos,
sólo para reconocer el pulso y la vigilia,
sólo para investigar sus posibles dolores,
para así subrepticia , cuando menos lo espera,
asfixiarlo, acabarlo, desmayarlo.
Y cuando caiga rendido, disponer de su sangre,
para así devorarlo y volverlo alimento,
para así traicionarlo, para así triturarlo,
para así transformarlo en futuro deshecho,
para así defecarlo como carne mutada,
para así reducirlo a la nada,
a la nada.
Y por eso te extiendes …te arrojas a mi lado,
y mides con destreza el largo de mi cuerpo,
sólo para calcular estos frágiles huesos,
sólo para reconocer el pulso y la vigilia,
sólo para investigar los posibles dolores,
y cuando menos lo espere,
asfixiarme , acabarme , desmayarme.
Y cuando caiga rendida…
disponer de mi sangre, para así devorarme
volverme tu alimento ,para así traicionarme ,
para así triturarme, para así transformarme en futuro deshecho,
para así defecarme como carne mutada,
para así reducirme a la nada, la nada.

Aurora Olmedo