Poesie e Racconti
La historia de Kike:
Cuando ella murió, al pobre se le rompió el corazón. Lloró, se emborrachó, quemó todos los libros, pero no hallaba la paz. Una noche de luna llena, Kike fue al cementerio, se introdujo en la tumba de su musa y robó la urna con sus cenizas. Aquella noche se la cenó, una cucharada tras otra.
La historia de Pablo:
Mientras recorría la Gran Vía, Pablo encontró una cartera en el suelo. En su interior descubrió la foto de una hermosa chica pelirroja, probablemente la dueña.
A la mañana siguiente, Andrea vio que alguien había dejado su cartera perdida en el rellano. Al echar un vistazo, observó que nada faltaba. Excepto su fotografía.
La historia de Yoli:
A medida que la mar enfurecía debido a la tormenta, los marineros decidieron tirar por la borda los artículos más pesados que sobrecargaban el barco. Los hombres estaban a lo suyo cuando una distinguida dama les entregó a su esposo: “Muchachos” dijo ella “este hombre es sin duda una carga insoportable”.
Lo que esconde tu silencio
palabras rotas sobre un lienzo gris;
valores secos, heridas frías
que se llevan tu aliento.
El silencio esconde todo el dolor
reprimido, miles de engaños
ahogados en lágrimas sin consuelo.
Tu silencio juega con tus fracasos
más severos a aplastar furiosas promesas
incumplidas contra tu pecho,
historias doloridas.
En la quietud de la tormenta,
las estrellas se ausentan
y se esconden bajo un plato
de soledad y misterio.
Y calles abarrotadas de entes
inertes que sólo buscan un lugar
donde vomitar su absurda
y amarga tristeza.
Tienes el alma tan fría
que se han congelado tus sueños
en el regocijo de tu estómago vacío.
Desvencijada caja de resonancia,
desvalorizada por desnutridas convenciones.
Credo de perderlo todo sin darte cuenta.
Que te castigas entre traicioneros reflejos
y te purgas de toda esperanza
mientras Ana te sujeta el pelo.