A MIS AMIGOS

En esos días que salen torcidos

(¡hasta los perfiles fugitivos de conocidos!)

aparecen los amigos francos que arreglan todo:

los destinos parcos, los cariños mancos,

lo envejecido chango, los avernos zarcos,…

y te dan la hora recta como latido pulsa la vida,

y dejan claro su recorrido en tu voluntad.

No son espejos de palabras, son ejemplos de esperanza.

Son valiosos para ti por solo intentarlo,

por, solos, hacerlo real. ¡Hasta siempre!

¡¡ gracias por el alma grande que contagiáis,

demasiado enardecida para ser solo idealismo,

oportunamente sufrida para ser solo compasión!!