Hasta que la vida
Hasta que la vida
me enseñe otra cosa.
Seguiré a mi destino,
seguiré mi camino.
Porque no me fio
de seguirte a ti, amor mio.
No me fio.
Hasta que la vida
me brinde la oportunidad,
que nadie me pida
que tenga piedad.
Porque tanto he sufrido
en mi tiempo vivido
que mi corazón se ha partido
Y hasta que la vida
me una el corazón,
que nadie me pida
que deje la razón.
El poeta y su musa
Quiso pedirle
que se uniera a su locura.
Quiso decirle
que de las dos almas hicieran una.
Le dijo: Son cosas del alma,
del alma del poeta.
Y le pido con calma
que no fuera un cometa.
Le pidió que no pasase por su vida
como una estela de piedra derruida
dejando su cuerpo y alma molida
Le pido tanto y no le dio nada.
Solo un poema.
Donde ella entendió lo que era
Era su musa, el ángel con que se inspiraba,
el amor con el que soñaba,
el alma del que escribía,
todo por lo que vivía.
Estoy preparado
Gracias por hacerme así,
lo que soy te lo debo a ti.
Levantarme para luchar,
aprender a volar.
Nunca te hundías,
siempre salías.
En ti lo veía
hasta tu último día.
Cada vez que me hundo
nado hasta lo profundo.
Para con los pies apoyar,
no te puedo fallar.
Porque sé que ahí estas
con mi corazón a tu lado.
Sé que dirás
que estoy preparado.